sábado, 8 de febrero de 2014

Un Solo Corazon - Proyecto de Dios Sobre el Matrimonio

XI. Vuestro amor requiere cultivo constante
Querría poneros en guardia contra un peligro muy sutil en vuestra vida de esposos: la rutina, el "ir tirando", porque en el amor, todo lo que no sea crecer y progresar continuamente es estancamiento y retroceso.

O crece el amor o crece el egoísmo. No hay término medio.

Si queréis que vuestro amor sea lo que debe ser, habéis de "cultivarlo". Una planta , por lozana que parezca, se marchitara, si no se riega, o si se expone a condiciones climatológicas desfavorables.

En cuánto matrimonios -por falta de este cultivo- se ha marchitado el amor, se ha apagado la ilusión, o se ha caído en una rutina, que, lejos de llenar, cansa y aburre.

¿Cómo lograr ese ideal de "hoy te quiero más que ayer, pero menos que mañana"? No es un sueño imposible. Otros matrimonios lo han logrado.

Es necesario que cada uno, y juntos, vayáis logrando vuestra madurez humana y cristiana. Esto supone arrancar del propio corazón todo egoísmo, es decir corregir los propios defectos, a través de los cuales se manifiesta y actúa.

Si tienes una botella llena de vinagre, no podrás llenarla de vino generoso, sin vaciarla primero. Así egoísmo y amor son incompatibles en el mismo corazón.

este cultivo pide esfuerzo, lucha, y no de unos días. es ponerse en actitud de "formación permanente". El matrimonio no es algo "acabado", sino "en construcción". Cada día.

Igual que el cultivo de un huerto pide limpiar, arrancar constantemente las malas hierbas, que continuamente vuelven a brotar. Así hacemos también, por ejemplo, con los cuidados continuos que le prodigamos a un vehículo, si queremos conservarlo en buen estado y que no termine pronto siendo algo inútil.

2 comentarios:

  1. Totalmente cierto... Un gran y silencioso peligro para el Matrimonio.

    ResponderEliminar
  2. Hola, como puedo conseguir este libro en colombia ?

    ResponderEliminar