domingo, 23 de febrero de 2014

REFLEXIONES DEL PAPA FRANCISCO

Queridas familias, el Señor conoce nuestras fatigas, las conoce; y conoce los pesos de nuestra vida. Pero el Señor conoce también nuestro profundo deseo de encontrar la alegría del descanso.
Recuerden, Jesús dijo “Que su alegría sea plena”. Jesús quiere que nuestra alegría sea plena. Lo dijo a los Apóstoles y lo repite hoy a nosotros. Entonces, ésta es la primera cosa que quiero compartir con ustedes, y es una palabra de Jesús “Vengan a mí, familias de todo el mundo –dice Jesús- y Yo les daré alivio”, para que su alegría sea plena.
Y esta palabra de Jesús, llévenla a casa, llévenla en el corazón, compártanla en la familia. Nos invita a ir hacia Él para darnos y darles a todos la alegría. Nos invita a ir hacia él para tener la alegría.

sábado, 8 de febrero de 2014

Un Solo Corazon - Proyecto de Dios Sobre el Matrimonio

XI. Vuestro amor requiere cultivo constante
Querría poneros en guardia contra un peligro muy sutil en vuestra vida de esposos: la rutina, el "ir tirando", porque en el amor, todo lo que no sea crecer y progresar continuamente es estancamiento y retroceso.

O crece el amor o crece el egoísmo. No hay término medio.

Si queréis que vuestro amor sea lo que debe ser, habéis de "cultivarlo". Una planta , por lozana que parezca, se marchitara, si no se riega, o si se expone a condiciones climatológicas desfavorables.

En cuánto matrimonios -por falta de este cultivo- se ha marchitado el amor, se ha apagado la ilusión, o se ha caído en una rutina, que, lejos de llenar, cansa y aburre.

¿Cómo lograr ese ideal de "hoy te quiero más que ayer, pero menos que mañana"? No es un sueño imposible. Otros matrimonios lo han logrado.

Es necesario que cada uno, y juntos, vayáis logrando vuestra madurez humana y cristiana. Esto supone arrancar del propio corazón todo egoísmo, es decir corregir los propios defectos, a través de los cuales se manifiesta y actúa.

Si tienes una botella llena de vinagre, no podrás llenarla de vino generoso, sin vaciarla primero. Así egoísmo y amor son incompatibles en el mismo corazón.

este cultivo pide esfuerzo, lucha, y no de unos días. es ponerse en actitud de "formación permanente". El matrimonio no es algo "acabado", sino "en construcción". Cada día.

Igual que el cultivo de un huerto pide limpiar, arrancar constantemente las malas hierbas, que continuamente vuelven a brotar. Así hacemos también, por ejemplo, con los cuidados continuos que le prodigamos a un vehículo, si queremos conservarlo en buen estado y que no termine pronto siendo algo inútil.